2014/02/27

Carroll, L. (2003; 2004)



La cuestión es saber quién es el que manda.

“Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso- quiere decir lo que yo quiero que diga…, ni más ni menos.
-La cuestión –insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
-La cuestión – zanjo Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda…, eso es todo.”  (Carroll, L., 2004., p. 88)


Ilustraciones de John Tenniel de los libros de Alicia (Fuente: All Posters).

Encontrando el “pound” del libro. (Fuente: Corazón abierto)
Recuerdo que cuando cursaba mis años de preparatoria todos le temíamos a la clase del profesor José Santos Nava, mejor conocido en la comunidad estudiantil como “Santos”. Estar en la clase de Santos era tener un 75% de probabilidad de reprobarla por mucho que entregaras tareas, estudiaras durante meses y memorizaras cosas. La clave para aprobar su clase era “pensar”, pero no pensar en la inmortalidad del cangrejo o pensar si la materia nos gustaba. Te hacía pensar desde un punto de vista crítico, analizando situaciones, textos, películas, noticias, entre otros. Una de las actividades de más temor durante su clase pero muy enriquecedora, era que al leer  libros, artículos o ver películas tenías que encontrar el “pound”.  Santos se refería como pound  al “corazón” o punto central del contenido que estábamos analizando, poniéndonos a trabajar a marchas forzadas nuestra masa encefálica para no reprobar la materia. 

 Pues bien, desde este punto de vista me propuse encontrar el pound de los libros de Alicia. He de confesar que el Dr. García-Barrios todo el tiempo nos estuvo dando pistas para realizar el análisis, cuando nos habló desde la primera clase de “mundos de fantasía”, “varitas mágicas” y “abstracciones de las cosas y de uno mismo”. Los libros de Carroll para mi representan precisamente eso, los mundos de ensueño en los que la sociedad se encuentra y de las cuestiones filosóficas-mentales, lógicas, morales y abstractas expresadas a través de un extraordinario manejo del  lenguaje que son herramientas muy útiles para aquellos que entienden y aspiran al poder. 



Lewis Carroll (Fuente: Enrique Flores, 2012).
Para encontrar el pound de los libros de Alicia tuve que contextualizarme, eso me remontó a sus orígenes y la época en los que fueron escritos. Con un poco de investigación uno se encuentra con un matemático llamado Charles Dodgson amante de la lógica, las paradojas, el análisis y la fotografía, a un diácono de la Iglesia de Inglaterra que un día encontró la inspiración perfecta para inmortalizarse en la historia como uno de los principales representantes de las novelas surrealistas; de esta mera encontró el medio para realizar su crítica a la sociedad victoriana y escapar hacia la locura, hacia lo improbable. Así nació Alicia y junto con ella Lewis Carroll, muchos críticos dicen que este personaje estaba inspirado en una niña, otros mencionan que es la representación de la inocencia del mismo Dodgson (Deaño, A., 1971 citado en Carroll, L., 1972).



Alicia cayendo  en el agujero de conejo (Fuente: La tregua).

Alicia en el país de las maravillas nos da un acercamiento a la sociedad, a sus esferas de poder, al sinsentido del mundo que estaba descubriendo, metáforas y conocimiento nuevo enfocado hacia la metafísica. El choque de Alicia entre su conducta lógica-moral y buen comportamiento no encaja en el mundo de locos en el cual ella ha entrado. Carroll nos arroja a la locura, nos confunde, juega con nuestra mente haciendo que proyectemos nuestros ángeles y demonios. Al final me deja ese sabor de boca de incredulidad, de difícil digestión, de sentirme como “Chuchita cuando la bolsearon”. Este libro para mi representa el ir despertando o profundizarte más en un sueño que nos mantiene en ese agujero de conejo tan profundo en el que nos encontramos.
 



Alicia a través del espejo
(Fuente: David Rodríguez Ramos, 2009).
En Alicia a través de espejo uno ya conoce el territorio, sabe que entre lo lógico y surreal existe una delgada línea. En este libro las personalidades opuestas de Carroll se logran ver nuevamente, pero como ya estamos inmersos en las maravillas ahora somos capaces de movernos de cierta manera “como pez en el agua”. El empleo de la lógica en este nuevo mundo parece dar resultado y el adoctrinamiento empieza a tomar sentido. En ambos libros tal pareciera que la herramienta perfecta, cuando es bien empleada, es el lenguaje. Las enseñanzas de Humpty Dumpty acerca de las palabras y su significado dependiendo de quién es el que manda. Pero como bien dijera el mismo Carroll en una carta escrita para un amigo “Las palabras no significan sólo lo que hemos tenido intención de expresar al emplearlas: de manera que la significación de un libro debe ciertamente rebasar las intenciones del autor” (Deaño, A., 1971 citado en Carroll, L., 1972).





Ilustración de John Tenniel del caballero blanco 
y Alicia (Fuente: Claus. L., 2012).


Rebasando las intenciones de Carroll al relacionar sus libros con nuestro trabajo (Los RUC) y mi proyecto de tesis, me encontré con  una parte que llamó mi atención y es la  política del caballero blanco para la solución de problemas. Las implicaciones de estar preparados ante situaciones inesperadas (incertidumbres), de tratar de mantener el equilibrio sin las herramientas necesarias y  en respuesta establecer estrategias, muchas veces absurdas, para abordar lo imprevisto.  Desgraciadamente las estrategias de manejo y conservación de los recursos están tomando este sentido, los contextos sociales, económicos, ecológicos e institucionales han trabajado de manera desigual. Planes de manejo, proyectos de desarrollo social, empresas, políticas ambientales, etc., parecen hablar lenguajes diferentes.




Ilustración de John Tenniel de “La caza del snark”
 (Fuente: Cambridge 
Centre for the study of Western Esotericism).
Sin duda uno no podía esperar que alguien que basara su lógica matemática con un toque de humor (sarcasmo) a la cotidianidad de la vida, escribiera un simple e inocente cuento para niños. Es evidente al leer ambos libros que a Carroll le encantaba resaltar lo absurdo, su mundo de imposibilidades derivados de la lógica que no podían ser respondidos a través de ella. Queda también claro que para tratar de entender a Carroll hay que leer el resto de sus obras, tal es el caso del poema “La caza del snark” (Carroll, L., 2006), en donde hace aclaraciones de la composición del Jabberwocky y  la teoría de Humpty Dumpty acerca del significado de dos palabras en una sola, una especie de “palabras maletín”. Carroll da un ejemplo tan sencillo y claro, que les recomiendo tener en cuenta al leer sus libros: Tomen las palabras “humeante y furioso”, ahora traten de decirlas al mismo tiempo, habrán algunos que no sepan cual decir primero y se terminarán inclinando por humeante-furioso/furioso-humeante. Sin embargo, según Carroll aquellos que cuenten con el extraño don de una mente en perfecto equilibrio seguro dirá “humioso”. De igual manera si se preguntan qué es snark, la respuesta se halla en las palabras snake y shark (Deaño, A., 1971 citado en Carroll, L., 1972).


Puede que ante los ojos de muchos de ustedes haya fracasado en la búsqueda del pound, pero “lo maravilloso de las maravillas” es que cada quien le da la interpretación que se apegue a su realidad y busca las varitas mágicas inmersas. Me falta experiencia y mucha literatura por consultar, entre ellos otras obras  de Carroll: “El juego de la lógica”, “Fantasmagoría y otros poemas”, ensayos de Chesterton, Nietzsche, Gardner, Jonathan Switf, entre otros, para poder realizar un análisis a conciencia y digno de alardear. Sin embargo, espero que Carroll no se esté revolcando en su tumba por mi ensayo, suficiente tiene el pobre con pasar por pedófilo, drogadicto, hasta por el mismísimo Jack el destripador. Pero lo interesante de esto es ver si ante los ojos de los que mandan la actividad, realicé un trabajo que cumple los objetivos establecidos.
Termino con una frase que extraje de un artículo de Iván Fernández Frías y que queda perfectamente como “anillo al dedo” para muchos de nosotros y para el contenido de este trabajo, ya que nuestra Alicia sobrevive y escapa del mundo de las maravillas  gracias a su ingenio y capacidad de aprendizaje:

“Nietzsche piensa que el intelecto es para el hombre lo mismo que los dientes afilados para los animales carroñeros: un arma de supervivencia”. (Fernández-Frías, 2011)

 

“Intellect Devourer” (Fuente: Old School Psionics).
Palabras (1,387)


Referencias bibliográficas:
·         Carroll, L. (2003). Alicia en el país de las maravillas. Ediciones del sur. Córdova, Argentina.

·         Carroll, L. (2004). A través del espejo. Ediciones del sur. Córdova, Argentina.

·         Carroll, L. (1972). El juego de la lógica. Alianza Editorial.

·         Carroll, L. (2006). La caza del snark. Biblioteca Virtual Universal.

·     Fernández-Frías, F. (2011). Nietzsche a través del espejo. Teoría Nietzscheneana del conocimiento. Universidad Complutense de Madrid.



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