2014/02/27

Hardin (1994)

Hardin, G. (1994). The Tragedy of the Unmanaged Commons. TREE, 9(5), pp. 199.

Sin duda este artículo es una muestra clara de querer remediar una situación muy controversial, ya que en este escrito Hardin muestra un panorama más alentador sobre la tragedia de los comunes haciendo un nuevo análisis de la situación, después de haber sido criticado fuertemente por Elinor Ostrom premio nobel, en su libro El Gobierno de los Comunes, quien retomando el artículo de Hardin resuelve el mismo dilema pero para una situación totalmente distinta: para situaciones de degradación del ambiente y de explotación de los recursos naturales  de uso común que se encuentran en riesgo de agotarse. Pero no solo Ostrom analizo las ideas que Hardin planteo en su controversial y provocador artículo, Hardin también recibió otras críticas principalmente de la confusión que hace de la gestión comunal con el libre acceso a los recursos. La propiedad comunal es una forma de propiedad privada, por lo que está regulada por normas descritas por los pertenecientes al grupo. Este nuevo enfoque que Hardin propone en la tragedia de los comunes no administrados, hace pensar que las fuertes críticas surgieron efecto en su modo de ver la problemática de la administración de los recursos comunes.

En esta nueva visión que Hardin examina habla sobre la mala administración de los bienes comunes   y las clasifica en dos categorías, en el particularismo, donde el recurso se divide en muchas de las propiedades privadas y cada propietario  es responsable de la gestión de su recurso: los hacen un buen manejo prosperara y quienes gestionan mal sufrirán. En el socialismo el recurso es de bien común pero los propietarios tendrán a bien nombrar a un administrador para controlar su explotación. Tanto el particularismo y el socialismo pueden tener éxito o fracasar. Pero, excepto en la más pequeña de las comunidades, el comunismo no puede tener éxito. Un bien común administrado falla porque  premia a explotadores individuales de tomar decisiones equivocadas para el grupo, y el mal para sí mismo, en este caso la libertad de los comunes no produce una prosperidad estable. En segundo lugar los efectos de escala se deben mantener en mente, retomando la expresión de Karl Marx “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”. Lo que lleva a una conciencia de patrimonio común  de trabajo sustantivamente no administrado, a medida que aumente el número de miembros de un bien común, mas serán los que eludan sus tareas. Si tales personas trabajadoras no pueden hacer un trabajo común no administrado, no hay ninguna razón para pensar que alguien más puede hacerlo, efecto de escala que excluye los bienes comunes no administrados como una posibilidad política importante en el mundo moderno, ya que las naciones modernas son una mezcla de socialismo y particularismo.

El problema en sí de los bienes comunes es poder llevar a cabo una buena administración de los mismos, para tener un benéfico común. Todo este paradigma representa parte de la estructura de la investigación que estamos realizando, ya que permite una discusión amplia acerca del manejo de los recursos naturales y las políticas de conservación. 

Esta obra es de carácter científico y de alto impacto, el autor es  muy reconocido, es por ello que no se duda de la confiabilidad de la fuente. 
537 palabras

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios no son moderados: cada quien se autoregula. Sin embargo, los comentarios discriminatorios serán eliminados y quien los haga será amonestado la primera vez y excluido a la segunda..

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.