Ayala, A. V., Sangerman, D. M.,
Schwentesius, R., Almaguer, G. & Jolalpa, J. L. (2011). Determinación de la competitividad del sector agropecuario en México,
1980-2009. Revista Mexicana de Ciencias
Agrícolas, 2 (4), 501-504.
En México, el sector
agrícola es un pilar fundamental en la economía y el desarrollo del país, por
sus funciones en la seguridad alimentaria y la conservación del medio ambiente.
Sin embargo, al analizar la estructura agraria mexicana se observa que de 5.5
millones de unidades de producción, solo 3.7 millones han tenido actividad
agrícola, de la cual 83% es de temporal, y el 90% de las unidades productivas
carecen de crédito. Lo cual se refleja en problemas de competitividad para la
agricultura mexicana; ya que las políticas emprendidas en la década de los 80’s
no han impulsado la competitividad agrícola. Si se considera que la
competitividad es la habilidad de crear, producir y distribuir productos y
servicios, siendo autosuficiente respecto a una excesiva penetración de
importaciones, entonces México no es competitivo.
El objetivo de este
estudio, fue analizar el sector agroalimentario a través de indicadores
macroeconómicos para cuantificar la competitividad y la tendencia de la misma,
dentro de un marco de apertura comercial. Para caracterizar el comportamiento
macroeconómico de la competitividad, se utilizaron los siguientes cinco
indicadores: Ventaja competitividad revelada aditiva (VCRA), el valor del
producto interno bruto agropecuario (PIBA), medición del ingreso promedio del
producto interno bruto (PIB), productividad laboral agrícola [(PIBA)/población
económicamente activa (PEA)], y salario por productividad. Para medir la
apertura comercial se calcularon los siguientes tres indicadores:
autosuficiencia alimentaria, balanza comercial y el índice de apertura
comercial total y agrícola.
El análisis de este
artículo es importante, ya que cuando Canadá, Estados Unidos de América y
México firmaron el Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en
1993, el objetivo fue no solo quitar las barreras comerciales, sino crear un
instrumento político-económico capaz de estimular el crecimiento económico y la
competitividad. A pesar de la apertura comercial, México es uno de los países
menos competitivo; no tiene ventajas reveladas, ni está especializado, y el salario
por productividad agropecuario tiene una tendencia decreciente.
El análisis de este
artículo es importante para comprender la necesidad fortalecer al sector
agropecuario, impulsando la producción y los ingresos de los trabajadores
agrícolas para lograr una mayor competitividad. El intercambio comercial de
México con el resto del mundo es en general desfavorable, porque las
importaciones han tenido tendencias más elevadas Se debe incrementar la competitividad
del agro mexicano, ya que solamente de esta forma se impulsará el desarrollo y
el bienestar de la población rural. Como se habrá notado, la apertura comercial
no ha repercutido en un incremento de la competitividad. Por lo tanto es
necesario fortalecer la productividad, rentabilidad, proceso de producción,
organización y distribución; capitalizando la incorporación de tecnologías y
procesos de innovación para reactivar el agro mexicano.
La propuesta derivada
de indicadores para determinar la competitividad del campo es de gran
importancia, ya que deja de lado el análisis cualitativo susceptible de ser
manipulados por la conducta humana, y se inclina por la confiabilidad de los datos
que otorga la medición a través de indicadores económicos, lo cual aumenta el
nivel significancia al ser un artículo arbitrado y publicado en una revista
científica.
Numero de palabras: 540.
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