Hardin, G. (1968). The Tragedy of the Commons. SCIENCE, 162(1), pp. 1243-1248.
Este artículo escrito por Garrett Hardin hace referencia a la
sobrepoblación con la que cuenta actualmente el planeta. Comienza dando un
panorama de lo que realmente está pasando con la población, el aumento
constante que se da siempre es dentro de la población con más pobreza. Sin
embargo la problemática que se tiene va más allá de una simple comparación de
clases sociales, todo esto está dado por el nulo acceso a la educación con la
que cuentan muchas de estas familias. No obstante un crecimiento desmedido en
la población implica mayores requerimientos (alimentos, vestido, etc.) lo que
también implica la sobreexplotación de los recursos naturales y el manejo de
estos. La sobrepoblación y la sobreexplotación conlleva a la tragedia de los
bienes comunes, es decir, al desastre que conduce la idea de que todo hombre
quiere tener un mayor beneficio, más cuando se habla de un bien común ya que al
tener a su disposición propiedades de
uso común, intentara sacar un mejor beneficio y si todos los beneficiarios de
ese bien común pensaran de la misma manera, lo único que se conseguiría es llegar
a la destrucción de dicho bien o recurso. Esta paradoja sin duda es una teoría
clásica de juegos, muy parecida al dilema del prisionero.
Hardin considera que ninguna solución técnica puede salvarnos de la miseria
de la sobrepoblación. La libertad de reproducción traerá ruina para todos y que
la única manera en que podemos preservar y alimentar otras y más preciadas
libertades es renunciando a la libertad de reproducción y muy pronto. Solamente
así pondríamos fin a este aspecto de tragedia de los recursos comunes. Si bien la idea que maneja Garrett Hardin podría parecer una solución
apropiada para el manejo de los recursos comunes también muestra una clara
injusticia. La privatización que propone puede sonar para muchos una idea
deplorable, aunque no todas sus propuestas pueden tornarse de la misma manera,
es cierto que se necesita hacer un cambio eficaz en las leyes y más aún en las personas que se encargan de
aplicarlas, ya que en este sistema existe una amplia corrupción, la tarea es un
tanto complicada, ya que hacer un cambio tan drástico implica una concientización
que puede parecer muy difícil ya que no todo el mundo piensa de la misma
manera, habrá gente que no esté dispuesta a colaborar, las personas que lo
hagan tendrán el dilema de que si no hacen uso de ese derecho alguien más se
aprovechara de este.
En el mundo en que vivimos cada individuo busca su propio beneficio en vez
de buscar el bien común, sin importar todo lo que conlleva alcanzarlo, es aquí
cuando las propuestas de Hardin cobran valor y me hacen creer que por más
drásticas que suenen, podrían ser la mejor solución, aunque pensar en las
desigualdades que eso traería podía volver a sonar un poco estremecedor. Tomando como referencia lo que Hardin propone esta obra es una de las bases de nuestra investigación ya que permite contrastar la idea que el propone con estudios de caso que abordaremos y con otra obra muy importante escrita por Ostrom.
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