Carroll,
D. (2003). Alicia en el país de las
maravillas. (Ediciones del Sur, trad.). Argentina (Trabajo original
publicado en 1865)
Carroll,
D. (2004). A través del espejo. (Ediciones
del Sur, trad.). Argentina. (Trabajo original publicado en 1871)
Muchas
historias y mitos giran en torno a las obras
literías de Charles
Lutwidge Dodgson, mejor conocido con
el seudónimo de Lewis Carroll. Algunas especulaciones sugieren que la fantasía
de sus obras se debe al consumo de drogas psicoactivas, no obstante algunos
historiadores consideran que esporádicamente consumía láudano (derivado del
opio y utilizado como analgésico de uso común en aquella época) para aliviar
los dolores de su artritis. Algunos de sus contemporáneos se aventuraron a
acusarlo de ser “Jack el Destripador”, bajo las supuestas pruebas de frases contenidas en
sus obras literarias, donde, según estos, dejaba pistas de los crímenes que más
tarde se cometerían.
No obstante, sin justificar a sus detractores, lo sui
generis de “Alicia en el país de las maravillas” y “a través del espejo”, las
hacen estar sujetas a distintas interpretaciones que varían en función de las abstracciones
de cada lector, encontrando en ellas desde la ingenuidad infantil y la burda
imaginativa, hasta la reconstrucción de valores y una gama de verdades máximas
que pueden ser utilizadas como normas de vida.
Considero que Lewis Carroll a través de estas obras
propuso romper distintos paradigmas que gobiernan al mundo como la religión, el
arte, las matemáticas, la economía, el orden, la justicia, la ciencia, la sociedad,
las jerarquías y el lenguaje, transgrediendo la lógica que de manera
generalizada aplicamos en la concepción de cada uno de estos elementos.
Cuestionó a un mundo establecido y construyó un mundo alterno ideal donde él
fuera el protagonista a través de su alter ego “Alicia”. Sin embargo,
para lograr este objetivo debía deshacerse de las ideas más arraigadas que lo gobernaban
así mismo: la lógica y las matemáticas, por ello de manera constante existen
manifestaciones de la ruptura de estos elementos a lo largo de sus obras.
Desde el planteamiento y hasta el final, ambas
obras (“Alicia en el país de las maravillas” y “a través del espejo”) están
condicionadas por la ilógica de las abstracciones desarrolladas en el escenario
imaginativo de Alicia (niña de siete años), cuyas construcciones no
corresponden a lo que la niña conoce. Esto provoca que en muchas circunstancias
se tope con situaciones que no sabe explicar, a pesar de que el caos generado
está solo en su inconsciente. Sin embargo, como la ciencia o la religión, con
sus limitadas concepciones explica lo inexplicable, que en muchos casos no
representan la realidad y mucho menos “la verdad”.
Alicia siempre es irreverente, en todos los sitios
a los que llega cuestiona el orden de lo establecido, ella considera muchas
cosas “incorrectas” o “inadecuadas”, a pesar de que esa realidad alterna siempre
han funcionado así. En este punto cabe hacer la reflexión de hasta donde somos
capaces de considerar a “el otro” en nuestro andar profesional, sobre todo
quienes trabajamos directamente con recursos naturales relacionados a
comunidades. Si actuamos haciendo prejuicios que solo corresponden a nuestra concepción
o somos capaces de considerar otras realidades aunque confronten lo que como
investigadores hemos aprendido. Porque es evidente que la aplicación de muchas
políticas, sobre todo públicas, han sido las “Alicias” que han generado caos y
derivado en efectos adversos.
Una similitud en ambas obras es el uso de juegos
para ejemplificar realidades, mientras en “Alicia en el país de las maravillas”
se usa al croquet para representar la anarquía, la fuerza del Estado como órgano
ejecutor del garrote sin zanahoria, los poderes sociales y la subordinación de
los débiles; en “a través del espejo” el juego de ajedrez es el ejemplo más
claro de lo que se ha convertido el sistema socio-económico actual, lleno de pluralidad,
esperanzas, aplastante, desigual, injusto y sobre todo, repleto de
especulaciones que atenúan la realidad actual. Además la constante en ambos es
quién pone las reglas, este peso recae en las reinas, personajes de las dos
obras.
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En lo personal, me gusta como te expresas...al igual que tu pienso algo parecido de los juegos de las historias...son simbolismos...en verdad me gusto tu ensayo
ResponderBorrarOlga.
BorrarMuchas gracias por el halago, que bueno que lo hayas leido y te haya gustado.
No se si en realidad la intención de Carroll haya sido construir simbolismos en su obra o solo, inocentemente, se trate de un cuento infantil. Lo cierto es que se han hecho muchas interpretaciones de la gran imaginación del autor.
Saludos.
CArlos Masés