2014/03/03

Jubileo Sur America, (2003)




No sé cómo expresar, lo que en mi ha movido este tan polémico libro, haciendo una analogía lo podría denominar, como la verdad incómoda detrás de la compra-venta de los bonos de carbono. El análisis todos los sectores de la sociedad, y el importante papel que juega cada uno, en torno a este gran negocio.

El Cambio Climático revela una nueva forma de colonialismo, a través del esta ilusión el sistema brinda la oportunidad de crear y acceder a mecanismos financieros sumamente rentables y perversos, que les permite salir de la profunda crisis económica para transitar hacia distintas formas de producción con la bandera de salvar al mundo del deterioro ambiental actual y apropiarse, bajo nuevos esquemas de mercado, de los recursos ambientales que quedan principalmente en países tercer mundistas.

Esta cortina de humo nos muestra, que a pesar de todos los esfuerzos de la sociedad, por lograr acuerdos internacionales en pro de la recuperación y conservación de los recursos de nuestro medio ambiente, detrás de esta cortina se encuentran los evidentes fracasos que en cada reunión oficial de la convención marco para el cambio climático de la Organización de las Naciones Unidas para llegar a acuerdos vinculantes en materia de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, es un fortalecimiento de las corporaciones transnacionales y las instituciones financieras internacionales en los acuerdos sobre los mecanismos del mercado de carbono y el precio de estos ante el negocio que representa la crisis climática, tanto para dichas corporaciones como para los gobiernos.

Ante dicho panorama es claro que el esfuerzo y el dinero invertido para seguir incrementando los mercados de carbono, el reforzamiento de programas contra impactos por deforestación y degradación entre otros muchos hablan por si solos de las ganancias que deja la crisis climática sin ver las causas reales y las consecuencias que estas tienen.

Inicialmente el mercado de carbono se creó, con la intensión de que las corporaciones trasnacionales redujeran sus emisiones y les fueran así más baratas. Corporaciones que son las principales contaminadoras de la atmósfera. Con más de un millón de especies en peligro de desaparecer. Sin embargo el mercado de carbono no es una mala idea, sin embargo al ser forzado por el modelo económico actual, el capitalismo, donde no se respeta la evolución natural de los mercados locales y los derechos de las comunidades, dicha idea es poco efectiva.
 Por: Tania Leyva Pablo
464 palabras.

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