Reyes S. & Rozowski,
J. (2003). Alimentos transgénicos. Rev. chilena de
nutrición, 30(1), 21-26. Recuperado en 26 de febrero de 2014, http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182003000100003&lng=es&tlng=es.
10.4067/S0717-75182003000100003.
En este artículo, es básicamente una revisión bibligráfica
de los estudios que existen con respecto a los alimentos transgénicos.
Primero nos ubica en un contexto global tratando de explicar
que son los alimentos genéticamente modificados.
Después hace referencia a algunos trabajos referidos al tema
como son :
a). Fares y Sayed estudiaron el consumo de papas con gen de
una bacteria que le confería resistencia a herbicidas.
b). Brake y Vlachos que no encontraron diferencias
significativas en los índices de supervivencia ni en los incrementos y
porcentajes de peso en pollos alimentados con maíz transgénico en relación a
los controles.
c). Ewen y Pusztai mostraron que ratas alimentadas con papas
modificadas con Lectina Galantus nivalis agglutinin (GNA) para protegerlas de
ataques de insectos, presentaban diversos efectos en diferentes partes del
tracto gastrointestinal, tales como aumento de la proliferación de la mucosa gástrica
y de la velocidad mitótica del intestino, efectos que fueron atribuidos a la
expresión del transgen GNA.
d). Fenon que demostró que el GNA insertado en el genoma de
vegetales se unía fuertemente a glicoproteínas de las membranas de los
leucocitos.
La autora continua diciendo que los potenciales riesgos a
los que nos podríamos ver expuestos con los AGM y que son el fundamento de
organizaciones ecologistas que rechazan la utilización y consumo de AGM, son el
desarrollo de alergias, la resistencia a los antibióticos, la pérdida o
modificación del valor nutricional de los alimentos, la presencia de compuestos
tóxicos, la aparición de enfermedades nuevas y no tratables, además del daño a
las especies silvestres de plantas.
Pero también nos dice que existen muchas ventajas sobre
estos AGM, como por ejemplo, el caso del el arroz con un gen de la espinaca,
que proporciona tolerancia a la sequía y 5 tipos distintos de arroces que
toleran distintos herbicidas. El caso de aceite de canola bajo en ácidos grasos
saturados, bajo en triglicéridos y rico en aceites marinos, que además era de
bajo costo y sin el gran inconveniente del «olor a pescado»; el mejoramiento de
la calidad proteíca de la alfalfa.
Por último nos habla de los aspectos sociales y económicos
que conlleva la introducción de estos AGM, y recalca que se deben definir los
limites éticos para la manipulación de genes y la protección de zonas o países
que al no contar con los recursos y tecnología para desarrollar y explotar su
propio potencial.
Yo opino que el trabajo de estas autoras es bueno, objetivo
y además cumple con la función de dar un panorama amplio de lo que son los
transgénicos en la cuestión alimenticia, así como también los impactos
positivos y negativos que la introducción de estos trae consigo. Coincido con
ellas en su argumento de que el número de estudios científicos sobre los
riesgos toxicológicos y efectos adversos sobre la salud del potencial consumo
humano de los AMG, es muy escaso y los resultados muy diversos. Por lo tanto
concluyo que se debe tener un amplio criterio para forjarse una opinión de los
transgénicos, pero por supuesto, esta opinión debe ser basada siempre en
información y argumentada con cimientos fuertes, como este artículo que estoy
presentando.
(487 palabras).
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