Aguilera, J. M., Chiralt,
A., & Fito, P. (2003). Food dehydration and product structure. Trends in Food Science & Technology, 14(10), 432-437.
Como se ha mencionado en entradas
anteriores el secado de frutas y
vegetales sufren cambios estructurales significativos durante el secado
convectivo y presenta propiedades de reconstitución pobre cuando se compara a
su estado fresco. Sin embargo, la tecnología de secado imparte propiedades que
son incomparables por otras tecnologías de conservación (enlatado y congelación
por mencionar algunos que presentan más altos costos y requerimientos de energía),
es decir, excelente estabilidad a temperatura ambiente, versatilidad del
producto, costos reducidos y mínimo impacto ambiental. Por esta razón, la industria
farmacéutica y de biotecnología ha mostrado interés en preservar biomoleculas activas dentro de matrices secas
para una mejor estabilidad. Estos pocos ejemplos demuestran que el secado de biomateriales, y deshidratación de
alimentos en particular, necesitan ser abordados bajo un enfoque diferente y
que hay un amplio espacio para mejorar en las propiedades de productos secos.
En este contexto, la deshidratación de
alimentos es revisada desde la
perspectiva de avances científicos recientes, conocimiento de deshidratación en
la naturaleza, pruebas de microestructura, nuevas tecnologías de proceso y visión
más profunda de los mecanismos de secado, entre otros.
Desde el punto de vista de ingeniería se
busca una operación unitaria de secado más rápido para disminuir el consumo de energía
pero no se debe ver solo de esta manera, sino también como un método que
produce estructuras únicas incluso desde la misma materia prima si es un tejido.
En este último caso, una eliminación de agua a niveles bajos tiene varios
efectos perjudiciales en plantas: desnaturalización de las proteínas, pérdida
de turgencia y fluidez de la membrana, así como el daño oxidativo por especies
reactivas del oxígeno. Relacionando el proceso de secado a las propiedades del
producto y la estructura dependen en última instancia del tipo de secado, el
efecto de las variables del proceso y los elementos estructurales originales en
la materia prima. Por tanto, la deshidratación
de alimentos es un funcionamiento de la unidad compleja porque implica mantener
o crear estructuras en varios niveles, además de la eliminación de agua. La mayoría de las frutas son particularmente
difíciles de deshidratar usando aire caliente debido a que experimentan severos
cambios estructurales (encogimiento) y la decoloración por no hablar de la
pérdida de nutrientes valiosos. Es por
esta razón, que en el trabajo de investigación se propone combinar la deshidratación
osmótica (DO) con el secado convectivo, para que el primero cumpla la función de un pre
tratamiento y de esta manera se pueda disminuir los daños estructurales por
someter a los alimentos a temperaturas altas de forma directa, y una vez
culminada esta primera operación, disminuir el contenido de humedad del
alimento hasta un estado final seco por medio del secado convectivo, y de esta
manera los cambios micro
estructurales puedan conservarse mejor por la DO y lo mismo para los que están en el nivel macro estructural, como la porosidad,
la densidad, comportamiento mecánico, entre otros.
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