Altieri, M. A. (2000). The ecological impacts of
transgenic crops on agroecosystem health. Ecosystem
Health, 6, 13-23.
El
tema de este artículo es la identificación de otro perturbador potencial
importante de la función de los ecosistemas y las grandes incertidumbres que
tal alteración podría presagiar, interactuando con muchas otras amenazas a la
salud de los ecosistemas, en el estado futuro del éste. Debido a ello, se
analizan y evalúan los impactos potenciales de la biotecnología agrícola en el
contexto de metas agroecológicas que apuntan hacia una agricultura socialmente
más justa, económicamente viable y ecológicamente apropiada. En opinión del
autor, este tema merece consideración importante como parte de la agenda de
investigación, ya que todo esto tiene, en términos de la historia del uso de
plaguicidas, un aspecto de déjà vu.
Los
cultivos transgénicos están incrementando los paisajes agrícolas en todo el
mundo. Esto lleva a una creciente uniformidad genética de los agroecosistemas y
aumenta la dependencia de los agricultores en las innovaciones biotecnológicas que
están sujetas a régimen de propiedad controladas por las corporaciones
multinacionales. Lo irónico es el hecho de que la biorevolución está siendo
llevado adelante por los mismos intereses que promovieron la primera ola de
agricultura basada en agroquímicos, pero esta vez, equipando cada cultivo con
nuevos “genes insecticidas”. Como los cultivos transgénicos desarrollados
responden al mercado y oportunidades, ha habido poca consideración de las
implicaciones ecológicas que traen consigo.
El
presente documento se ha utilizado para fundamentar el trabajo de investigación
respecto a los impactos ambientales críticos que se generan por la plantación
masiva de monocultivos transgénicos a escala comercial. Según datos de investigaciones
existentes, éstos van desde el flujo de genes entre cultivos transgénicos y sus
parientes silvestres, la creación de supermalezas, la simplificación de los
sistemas de cultivo, la erosión genética, hasta desencadenar interacciones
potencialmente negativas que afectan a los organismos no objetivo, incluyendo
insectos benéficos y la biota del suelo. Por otra parte, nos permitió hacer
hincapié de que los efectos de los transgénicos no sólo se limitan a los
anteriores, sino que también, sostiene que los cultivos transgénicos producen
toxinas ambientales que se mueven a través de la cadena alimentaria, afectando,
posiblemente, los procesos ecológicos tales como el ciclo de nutrientes. En
este contexto, el autor recalca que la liberación de cultivos transgénicos sin
tener en cuenta los efectos a largo plazo es probable que añada un nuevo
conjunto significativo de amenazas para el logro de la salud del
agroecosistema. Así pues, coincidimos en conjunto que la expansión
incuestionable de esta tecnología en los países en desarrollo no es conveniente
ni deseable, puesto que es fácil predecir los impactos negativos de esta
simplificación del medio ambiente en la agricultura moderna.
Analizando
la credibilidad de la fuente, el autor muestra información objetiva y científica,
utilizando el concepto de agroecología como base para obtener mayor comprensión
de la naturaleza de los agroecosistemas y algunos principios por los cuales
funcionan. Es de saberse que Miguel Altieri es profesor y entomólogo asociado de
la Universidad de Berkeley, California, especialista en control biológico y
agroecología.
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palabras
y como menciona el autor en otro de sus artículos, que la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria son objetivos casi inalcanzables para al menos mil millones de personas en el planeta. los altos niveles de hambre, la inequidad en la distribución del ingreso, tierra, agua, semilla y otros recursos, ademas de la degradación ecológica son problemas persistentes y cada vez mas intensos a escala mundial. ¿Pero como enfrenta el campo Mexicano y mas el Oaxaqueño estos impactos?
ResponderBorrarA pesar de que no analizamos a fondo estos factores meramente sociales, y más bien, centramos ideas y criticas en los mitos y realidades de los transgénicos, entre ellos su implementación para acabar con el hambre, y desde luego, tener seguridad alimentaria, en México existen diversos actores como dependencias gubernamentales e instituciones, como el INIFAP y UACh que buscan cuidar el conocimiento arraigado de las semillas de los pueblos, ya que actualmente existe la crisis alimentaria en nuestro país. Aunado a ello, el 70 % de los campesinos producen su propia alimentación, es decir, productores de autoconsumo, lo que significa que siguen conservando la diversidad genética de sus semillas por la selección que hacen de ellas y de cierta manera, brindan alimento a sus familias. No obstante, ante el incremento de la población aumenta los paisajes agrícolas por la respectiva demanda de alimento. También en este sexenio, se implementó a través de INDESOL-SEDESOL la Cruzada Nacional contra el Hambre que busca, entre todos sus objetivos, mejorar la eficiencia de la distribución de los alimentos, puesto que gran parte del hambre en las regiones más pobres se debe a este factor. Hasta el momento desconozco los resultados, pero parece ser una buena iniciativa. En Oaxaca, una manera adicional de enfrentar estos impactos es mediante las ferias o tianguis que se realizan, como la Feria del maíz en Ixtlán o Feria de semillas criollas de la Sierra Norte de Oaxaca, donde se concentran productores de comunidades zapotecas que exponen sus semillas para intercambiar conocimiento, variedad y mostrar la riqueza genética que conservan los pueblos originarios durante miles de años.
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