Gross. M., (2013). Food
security in the times of climate change. Current
Biology. Vol 23(1), doi: 10.1016/j.cub.2012.12.018.
En 2012 expiró el protocolo de Kyoto, esto habría dejado al
planeta sin un compromiso para disminuir las emisiones de carbono, a pesar de
que el tratado se extendió por otros ocho años, los compromisos realizados en
este convenio no han sido suficientes, ya que el aumento en la temperatura en el planeta no ha
sido de 2ºC, como se planteaban en dicho
tratado.
Sin embargo como nos
plantea el autor esta medida solo trata de ganar tiempo para realizar medidas
que en verdad puedan ser efectivas para garantizar la seguridad alimentaria
futura, ya que la agricultura se ve seriamente afectada por el cambio
climático, sin embargo pocas veces nos damos cuenta que la agricultura también
influye en dicho cambio, sobre todo las prácticas no sustentables de dicha práctica.
Y lo más triste de esta
situación es que los más afectados son aquellas pequeños productores que
dependen exclusivamente de la agricultura, como en los países en vías de
desarrollo, a pesar de que en este artículo explican la situación de África
sub-sahariana, es de hecho muy importante, ya que existen mas de 550 millones
de personas viendo en condiciones similares, en todo el mundo.
Así que las prácticas no
sustentables de la agricultura se ha vuelto un circulo vicioso con el
calentamiento global, primero la
degradación de la tierra y la práctica
de la tala e incendios para buscar nuevas tierra de cultivo, ha favorecido
también el incremento en la temperatura el planeta; este cambio climático
disminuye la productividad de los cultivos y también la disponibilidad de agua.
Actualmente existen
comunidades donde ya existe la inseguridad alimentaria, ya que ante la falta de
alimento se han tenido que ver en la necesidad de de comer menos, recolectar
frutos silvestres y cazar animales; todo
esto lleva a un conflicto muy grave de conservación y degradación de los
bosques.
Y no solo esto, además
el uso irracional de pesticidas, ha contaminado el agua y las riveras de los Ríos; desafortunadamente esto
no terminado con las plagas, ya que solo ha terminado con los enemigos de los
parásito, permitiéndoles desarrollarse de manera favorable en los cultivos
Así que planteado lo
anterior, este autor nos expone algunas estrategias para evitar este círculo
vicioso en el que se está convirtiendo la agricultura; primero y considero que es muy importante la
educación en cultivos sustentables,
capacitación para el uso adecuado de los pesticidas; dichos programas
los está empezando a llevar a cabo la FAO (Food and Agriculture Organization)
donde reúnen a los agricultores y proponen estrategias que se adapten a la
región y sus necesidades.
Este programa ya inició
a mostrar resultados en algunos países, donde la reducción en el uso de
pesticidas químicos ha sido del 90% y además un aumento en la productividad de
los cultivo.
Es muy importante
difundir estos resultados para tomar acciones en nuestras propias comunidades.
Desde luego el empleo de prácticas ecológicas para el mantenimiento de suelo y plantas, son otra manera de prevenir y minimizar el efecto de las plagas, como la utilización de abonos orgánicos, rotación los cultivos, evitar regar en exceso, inspeccionar las plantas por lo menos una vez por semana eliminando manualmente las posibles plagas, o adaptar la siembra, poda y recolección al ciclo de las plagas y enfermedades. Interesante el artículo compañera.
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