Boltvinik, J. (2014,
28 de febrero). Economía moral. Reforma energética prianista: hasta donde
quieren llegar/I. Forma de resistencia jurídica ante las amenazas de
privatización energética. La Jornada,
30 (10621), p. 30.
Las opiniones en este
artículo son enfáticas, al referir que las verdaderas amenazas de la reforma
energética son la privatización y la destrucción de lo que resta de la
soberanía nacional. Donde el Estado muestra una incapacidad por proponer
iniciativas de modelos de desarrollo propio, y no someterse a modelos
internacionales que conducen a la entrega del capital nacional, del petróleo y
de la electricidad; ya que este es el paso final de una estrategia de
anti-desarrollo nacional, subordinada al mundo global. La cual contrasta con la
estrategia de autodeterminación nacional que alguna vez guió los destinos del
país.
La visión que se plasmada
en este artículo, es que con la reforma energética se desmantela y se desampara
la constitución, agudizando la integración a subordinaciones en el aspecto
financiero, productivo, territorial, militar y político. Al abrirse el petróleo
y la electricidad a la inversión extranjera, se les incorporan las reglas y
candados del TLC, los cuales limitan la soberanía nacional. Para el desarrollo
de esta esta visión, se realizó un análisis de las modificaciones hechas a los siguientes
Artículos Constitucionales: 27, el párrafo sexto del artículo 28 y sus
transitorios, los transitorios 14° y 15°, el artículo 74, fracción IV, y sobre
todo el artículo 35, fracción VIII, en donde queda establecido el derecho a
votar en consultas populares aquello que se vea como un retroceso a la
gobernabilidad de un país. Esta visión tiene un enfoque estructuralista, ya que
se percibe a los elementos como parte integrante de un todo, donde la
alteración de algún elemento repercute necesariamente en los demás.
La importancia de
este artículo reviste en el hecho de analizar a las reformas estructurales y
energéticas, como una privatización simulada. Donde la Nación aparece como
propietaria inalienable de los bienes nacionales, pero al final de cuentas, con
diversos propósitos para el Estado, se crean empresas con nuevas figuras
jurídicas, donde a través de asignaciones, los dueños de la explotación de los
recursos son grandes corporaciones trasnacionales. Básicamente este fue el
planteamiento inicial cuando se suscribió el TLCAN entre los países de Estados
Unidos de América, Canadá y México, dar apertura al mercado para que hubiera
libre competencia; donde los involucrados jugarían con las mismas reglas, y en
la cual, hipotéticamente, todos los sectores involucrados: financiero,
productivo, comercial, político, etc., se verían ampliamente beneficiados. Tema
que se ve, solo quedó en meras suposiciones.
Esta visión, derivada
del análisis de los diversos Artículos Constitucionales mencionados, se inclina
por una crítica contrastada con su aplicación en la realidad. Donde al margen
de los aspectos subjetivos e ideologías del autor, las opiniones son de gran
relevancia; ya que al ser publicado en un diario de circulación nacional,
auspiciado por una universidad de alto renombre como lo es la UNAM.
Numero de palabras:
489.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios no son moderados: cada quien se autoregula. Sin embargo, los comentarios discriminatorios serán eliminados y quien los haga será amonestado la primera vez y excluido a la segunda..
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.