BBC-Mundo. (2012, Junio 13).
La matanza de murciélagos no contiene la rabia. BBC Mundo. Obtenido de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/06/120613_murcielagos_rabia_am.shtml
Las especies de murciélagos tienen diferentes hábitos
alimenticios: se alimentan de néctar, insectos, frutas y sangre, entre otros.
En México, tres de las 137 especies registradas se alimentan de sangre
(hematófagas) y una de ellas (Desmodus rotundus) es considerada
un vector para la transición de rabia en el ganado vacuno y bovino, lo que
provoca pérdidas económicas para las personas que practican la ganadería.
Una de las estrategias emprendidas por el Servicio
Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA, dependiente
de SAGARPA) es el control de poblaciones de murciélagos hematófagos,
reglamentado en Norma Oficial Mexicana “NOM-067-ZOO-2007,
campaña nacional para la prevención y control de la rabia en bovinos y especies
ganaderas” (ver: http://www.senasica.gob.mx/?id=4372). No obstante, muchas otras especies de quirópteros (murciélagos) que
cumplen roles ecológicos importantes como controladores de plagas,
polinizadores, dispersores de semillas, regeneradores de ecosistemas, etc., comparten
hábitats con estas especies, razón por la cual se ven impactadas con la
aplicación de estas acciones de control.
Otro problema que hay en este tipo de políticas es la
decisión unilateral de una dependencia para ejecutarlas, en este caso a pesar
de que el control está regulado por una Norma Oficial Mexicana, en la jerarquía
jurídica el control de poblaciones silvestres que se tornan perjudiciales
corresponde a la SEMARNAT (de acuerdo a la Ley General de Vida Silvestre),
previo a un estudio justificativo. Al aplicar el control sin la autorización
correspondiente de SEMARNAT (como en casi todos los casos), la autoridad (en
ese caso SENASICA) estaría incurriendo
en una irregularidad ambiental.
Por otro lado, la noticia emitida por la cadena BBC-Mundo
refiere una entrevista a Daniel Streicker, ecólogo de la Universidad de Georgia,
quien realizó una investigación cuyos resultados sugieren que la rabia se
expande aunque haya una matanza de murciélagos. Asimismo, menciona que el tamaño de la colonia de murciélagos no
permite predecir qué proporción está expuesta al virus. Eso es importante
porque si no hay una relación entre la densidad de población de murciélagos y
la rabia, entonces reducir esa población no disminuirá la transmisión de la
enfermedad entre los murciélagos y el ganado.
La investigación
registró el impacto de matanzas de murciélagos durante 40 meses en 20 localidades
de Perú y constataron que el control no sólo no había sido efectivo, sino que
en algunos casos había tenido el impacto contrario. Es decir, en áreas donde se
realizaron matanzas periódicas hubo un aumento en la proporción de murciélagos
expuestos a la rabia. Las colonias donde jamás se habían realizado matanzas
tenían los índices más bajos del virus, según el científico.
Lo
anterior contraviene la política pública encaminada al control de la rabia en
México. Bajo la lógica del estudio expuesto por el investigador Daniel Streicker, las acciones sustentadas
en el control de poblaciones de murciélagos hematófagos no muestra efectos
positivos, además incrementa la probabilidad de incidencia de rabia en el
ganado. Igualmente, aumenta los daños colaterales a otras especies de
murciélagos que tienen roles ecológicos como dispersores de semillas y
regeneradores de ecosistemas, entre muchos otros. Asimismo, impacta la economía
regional, ya que otra de las funciones de algunas especies de quirópteros es la
polinización y el control de insectos, es decir, afecta en la polinización de cultivos,
además de que aumentarían las plagas los mismos.
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