Martorell, C. y E.M. Peters. (2005). The measurement of chronic disturbance and its effects on the threatened cactus Mammillaria pectinifera. Biological Conservation, 124: 199-207.
La comprensión del disturbio antropogénico y sus efectos
sobre los sistemas naturales es necesaria para preservar la vida silvestre,
restaurar comunidades y lograr la sustentabilidad. La literatura sobre los
efectos de la perturbación humana considera en gran proporción su forma aguda
del disturbio, la cual es de fácil manejo puesto que diferencia de una manera
más clara lo que está perturbado y lo que no. La forma crónica en cambio, crea
un gradiente entre un ambiente
conservado y uno altamente degradado, por lo tanto necesita ser medido a una
escala continua más que dicotómica
(forma aguda). En General existen tres tipos de métodos usados para medir la
cantidad de disturbio en una comunidad.
- Método basado en expertos que confían en la capacidad de ojos entrenados para evaluar la cantidad de disturbio que experimenta cierta área.
- Indicadores bióticos que miden el disturbio a través de sus efectos sobre una especie, un grupo taxonómico o un atributo de una comunidad; se generan índices que se basan en medidas como la composición y estructura de una comunidad. Una de sus desventajas es que al generalizar la intensidad, escala y tipo de disturbio, estos métodos son insensibles a los diferentes efectos sobre los ecosistemas.
- Indicadores de actividad humana son representados por técnicas de percepción remota, que emplean como medida de perturbación el uso de tierra, fragmentación o proximidad a núcleos de actividad humana y caminos; además se emplean como medidas de disturbio las estadísticas del gobierno sobre la población, agricultura y silvicultura.
El método de indicadores biológicos es inadecuado para
ambientes heterogéneos, tal como zonas secas con una larga historia de
ocupación humana que resulta en un mosaico complejo de parches perturbados,
donde las principales causas de disturbio crónico son el pastoreo extensivo,
agricultura y extracción de recursos no cultivados; dicha perturbación amenaza
comunidades únicas y especies endémicas. Por lo que para un escenario como este
se empleó el método de indicadores de actividad humana para medir el disturbio
crónico en poblaciones de Mammillaria
pectinifera, una especie amenazada.
"Biznaga Cochilinque" Mammillaria pectinifera, especie endémica de México, se encuentra en categoría de Amenazada (NOM-059-SEMARNAT-2010). |
Se midieron 14 indicadores de tres agentes de disturbio
(actividades humanas, ganadería y degradación de la tierra) en 10 poblaciones
de M. pectinifera, y su relación se evaluó
mediante el análisis de componentes principales (ACP). M. pectinifera alcanzó su mayor densidad en sitios con valores intermedios de disturbio. Los
diferentes agentes de disturbio actúan sinérgicamente sobre M. pectinifera y sus efectos combinados
son perjudiciales. La degradación de la tierra reduce la densidad de la planta,
mientras la ganadería la favorece. Sin embargo, sobrepastoreo promueve la
degradación, así que el mantenimiento de los niveles apropiados de ganadería es
fundamental.
Este método permitió identificar cuales agentes tienen más impacto
sobre las especies amenazadas y establece las bases para manejar los agentes de
disturbio en una forma compatible con la conservación. Este método puede ser
modificado para su uso en otros ambientes y para considerar las diferentes
formas de la perturbación antropogénica.
Palabras 457
Imágenes:
Obtenido 12 de abril 2014
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