Graeber,
D. (2001). Toward an anthropological
theory of value. The false coin of our own dreams. New York, NY: PALGRAVE.
En este libro el autor
David Graeber aborda el tema de la teoría del valor. Apoyándose en datos de la
antropología y en las diversas corrientes de filósofos de la historia, Graeber muestra como el término valor puede ser tan
amplio, complejo y cambiante (o
variable) para las sociedades. De acuerdo con el autor, el valor atribuido a los
intercambios y los regalos, está en función de lo que significa o lo que
representa para cada persona, más que del costo de adquisición de las cosas, es
decir, el valor de las cosas es cambiante y diverso de una sociedad a otra.
Las afirmaciones de
David Graeber se basan en datos de la antropología y en las diversas corrientes
filosóficas a través de la historia. Denota un profundo conocimiento sobre el
tema y una capacidad de digerir variada, diversa y compleja información.
En la sociedad actual, hablando
en términos generales (existen sus excepciones desde luego), el valor se ha
atribuido a un estilo de vida consumista y muy estúpido. Las personas de los países
tercer mundistas aspiran y ven como modelo de vida aquello que poseen las
personas del primer mundo, eso es lo que tiene valor para ellos, y por aquello
vale la pena trabajar arduamente, en el mejor de los casos, en otros casos y
digo otros pero son muy comunes, vale la pena ser corrupto, ratero,
secuestrador, narco y lo que sea con tal de conseguir las posesiones que se
parezcan a aquello que tienen las personas que en teoría “viven mejor” (los del
primer mundo) . Y es muy estúpido porque el valor, o lo valioso, se reduce a
las posesiones materiales, cosas y necesidades que nos creamos y que nos crea
el gobierno en el mayor de los casos (a través de la publicidad, la TV, y demás
medios de apendejamiento) en común acuerdo con las grandes corporaciones que
controlan la economía de los países, para mantenernos cada vez más estúpidos, consumiendo
y consumiendo todo aquello que no necesitamos. Solo basta con ver todo lo que
tenemos en nuestra casa y analizar por un minuto que tan indispensable es en nuestra
vida y como satisface esto o aquello las
necesidades básicas, para darnos cuenta que una buena parte se trata de pura porquería, resultado de una cultura consumista
que es impuesta por los actores antes mencionados (gobierno y grandes
corporaciones). De manera que, el valor de una sociedad pobre en nuestros días,
lo tiene por ejemplo, ese coche lujoso que puede alcanzar grandes velocidades,
pero que nunca lo podrás correr dadas las condiciones de nuestra
infraestructura carretera o que nunca lo podrás usar en una ciudad, donde se
construyen topes de más de 15 cm de altura. Es irónico todo esto, pero
considero que, si seguimos tratando de imitar estilos de vida de países del
primer mundo, siempre seremos presa fácil para ser manipulados.
Palabras: 479
Muy buena síntesis de la degradación del valor.
ResponderBorrarGracias, ya leí tus bibliografias anotadas referentes a estos libros, de modo que en breve te comentaré.
ResponderBorrarsaludos