Lewis Carroll. (2003). I al XII. En
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (1-124). Argentina: EDICIONES DEL SUR.
Lewis Carroll. (2004). I al XII. En
A TRAVÉS DEL ESPEJO (1-155). Argentina: EDICIONES DEL SUR.
593 Palabras
Juguemos en el mundo a ser curioríficos recitadores
Por: Fabian Andrés Siles
El mundo es un juego, en el que como
a Alicia le sucedió al caer en su mundo maravilloso, pasan tantas cosas
extraordinarias, pero nada en realidad es imposible. Cuando las circunstancias
no son las más óptimas, debemos tomar una actitud positiva, a lo que Alicia
dijo “Te aconsejo que dejes de llorar ahora mismo” y entonces es muy aburrido y
muy tonto que la vida discurra por cauces normales, lo mejor es siempre pasar a
la acción para hacer que las cosas sucedan. Lo importante es saber con claridad
el objetivo tal como lo enuncia Alicia que “De un modo u otro entraré en el jardín,
y eso es lo que importa”.
Resulta interesante, tener
visualizados escenarios de suma positiva en los que converjan los intereses de
todos los actores involucrados, como la carrera el dodo , en la cual todos
tenían el interés de secarse y no se requerían tantas reglas, pero finalmente
todos ganaron.
Cuando estamos inmersos en un sistema, tal como la casa del conejo, debemos tener la
capacidad adaptarnos a cada situación y circunstancia dada, así como Alicia que
después de volverse una miniatura, fue capaz de crecer y disminuir de tamaño en
repetidas ocasiones.
En otros escenarios y para casi todas
las situaciones, es necesario contar con reglas claras y conocidas por todos
los que se involucren y evitar que una parte piense que “No juegan ni un poco
limpio y que no se sientan amenazados por
exageraciones de ganancias solo para una parte de quienes juegan un papel en el
mundo” (como la reina). Se deben tener escenarios de igualdad porque “Pájaros
de igual plumaje hacen buen maritaje” y las reglas del juego deben ser claras.
Cuando algo no sale bien, debemos
tener la habilidad de hacerle caso a la Duquesa, cuando le dice a Alicia que “todo
tiene una moraleja, solo falta saber encontrarla” para aprender de ella. En
este sentido, es bueno tener conocimientos ya sean empíricos o científicos, es
bueno escuchar a la tortuga y conocer la mejor forma de plantear juegos para
cada situación.
Para plantear juegos, a mi punto
de vista es preciso saber: Poner y/o acatar reglas claras y justas para todos
sus involucrados, no solo recitar y recitar, sino entender el significado de
las cosas y tener muy presente lo siguiente “Nunca imagines ser diferente de lo
que a los demás pudieras parecer o hubieses parecido ser si les hubiera
parecido que no fueses lo que eres”, o en otros términos nunca renunciar a la
libertad de pensamiento, a nuestros propios valores y a intereses propios y
cuando firmes con tu nombre habrás de hacerlo como cualquier persona honrada,
al como lo dijo el Rey. Una vez entendido lo anterior, entonces apliquémoslo al
mundo real y que cada uno se ocupe de sus propias cosas, como lo dijo el
sombrerero y ahora “juguemos a ser” lo que deseamos.
Cuando nos vemos inmersos en
juegos como los del robo de las tartas , donde confunden al presunto culpable
el sombrerero, la liebre de marzo y el lirón ; es recomendable no flotar mucho
porque se puede marear, sino más bien, tener muy claro ¿De dónde vienes? Y ¿a dónde
vas?, no basta con ser curioríficos recitadores. ¿Hace falta que una hermana
como la de Alicia nos diga que despertemos?...¡Cuanto rato había dormido¡ .. La
vida está llena de juegos en los que siempre hay que tener las mejores
estrategias como en los juegos de ajedrez, en donde uno mismo decide que pieza
desea ser.
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