La gente, cuando es mayor, tiende a analizar con demasiado
detalle el trasfondo de las cosas. Es aún peor el asunto cuando se piensa tener
el conocimiento total sobre el mismo. Esta misma gente sufre de pareidolia -
fenómeno psicológico donde un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una
imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible- y confunde o
interpreta ciertas cosas con problemas o fenómenos que en ese momento la
circundan. Tienden a ser también paranoicos, ya que esta percepción suele ser
también un tanto alarmista y por qué no, conspiracionista.
Esta pareidolia, en este caso escrita, crea un impacto que
se encuentra fuera de contexto, les he de decir el porqué:
Hace ya mucho tiempo leí (y disfruté) de la obra que titula
esta entrada, y también disfruté de varias adaptaciones a la pantalla y al
teatro de la misma, siempre con la idea de disfrutarla (no repito esa palabra
por falta de vocabulario, sino porque quiero remarcarla) en puro y en bruto. Sé
que la tarea recaía en tomar el libro, leerlo y resumir lo que es importante de
él en términos de la materia; he visto
sólo un par de entradas de ésta tarea y me pone triste, bueno, solamente triste
no, en parte me molesta. Dicen que la gente no pensará en algo desconocido hasta que otra persona incube
ese pensar en ella, es decir, como un ejemplo, no encontraremos sabor a frutos
rojos en un vino tinto hasta que una persona que si sabe de vinos nos lo diga.
Es eso precisamente lo que me enoja: Pensamos como adultos, relacionando cosas
que no sabemos ni dominamos, buscando un hueco en el trasfondo y viendo rostros
conocidos en una obra que, en primera, no se relaciona en tiempo con los
problemas que relacionamos, y en segunda, que fue escrita con un afán, el de
enseñar cosas simples de la vida a los niños a través del cuento.
Podrán pensar muchas cosas de mi idea, pero son este tipo de
ejercicios y relaciones lo que ha llevado a los adultos a tener más problemas en
la cabeza, queriendo ver economía donde no la hay. Sólo a los ojos de un adulto
paranoico Cri-cri era el disfraz de un pedófilo, y las caricaturas son
realizadas por un demonio capitalista. Sólo los adultos pueden quejarse de que unos cuantos manejan el destino de las personas desde un escritorio, y a la vez intentan modificar el mundo de la imaginación con los mismos preceptos de los cuales reniegan.
Puedo dar muchos ejemplos sobre como este libro se relaciona
con la materia, pero prefiero verlo como lo que es, y como lo leí la primera
vez, un cuento para niños a través de los ojos de un niño.
450 palabras.
Que tal Diego,
ResponderBorrarInteresante tu punto de vista. Considero que cuando nos sumergimos en alguna actividad, tema o cualquier cosa de nuestro interés, normalmente todo lo queremos relacionar con esa cosa de nuestro interés. Recuerdo las palabras del Dr. Raul, cuando nos comentaba que los recuerdos (valga la redundancia), son como una composta que se va acomodando y desintegrando a través del tiempo; de manera que, poco de lo recordado, corresponde a la realidad. Pareciera que si queremos crecer, podemos crear aquello que nos permite crecer, y si es necesario hacernos pequeños, de la nada surge aquello que nos permite reducir nuestro tamaño. De manera que, quizás, muchos vivimos en sueños y fantasías. Sin embargo, atendiendo al autor de los libros, y al contenido de estos, considero que es un libro que no se limita solo a niños, dada la estructura lógica en los mismos.
Realmente no se enfoca a los demás (edades, grupos sociales, política, etc.) si lees el porqué del libro. Si nosotros vemos estructuras es por que queremos verlas, no por que existan. Si las ves, no significa que sean falsas, pues son abstracciones de tu mente; lo malo es que yo sólo veo (y quiero segur viendo) una sola, y es simplemente un cuento.
ResponderBorrarEs respetable tu punto de vista compañero
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