2014/02/07

Un hombre de contrastes

Pocos hombres en la historia de la humanidad han destacado tan notoriamente gracias a que inventaron algo novedoso y diferente o sus descubrimientos revolucionaron las teorías de una ciencia determinada o bien, facilitaron el trabajo del hombre en algún ámbito profesional; también están aquellos que con sus ideas y argumentos aportaron modos distintos de percibir al hombre. Bertrand Russell es un ejemplo de estos últimos. Fue hombre inquieto, movido siempre por las cuestiones sociales que en los comienzos del siglo XX perturbaban a la humanidad.

En ocasiones, las circunstancias de la vida hacen que el hombre se desarrolle para bien o para mal. No sé si decir, en el caso de Russell, si el haber quedado huérfano en los primeros años de su infancia fue bueno o malo, creo que depende de la perspectiva de personas diferentes. Pero, ¿qué habría sido de este filósofo si hubiera tenido a sus padres por lo menos hasta los 18 años, edad en la que ingresó en la Universidad de Cambridge?, ¿habría escrito todas las obras que ahora conocemos de él?, ¿habría tenido el valor de protestar en contra de la guerra? No lo sé. Lo único que supongo, es que gracias al ambiente, supuestamente puritano, en el que sus abuelos se desenvolvían y quienes preferían sacrificar la libertad del intelecto, de la salud, de la felicidad o de cualquier bien mundanal por la virtud de la piedad y la austeridad junto con la educación estructurada que recibió, fueron motivos que lo llevaron a su propio desarrollo. La atmósfera que lo envolvió durante sus primeros 18 años de vida lo iba ahogando paulatinamente. Finalmente pudo respirar en un ambiente donde la inteligencia realmente era valorada y el pensar era una cosa sana, me refiero a su llegada a la Universidad de Cambridge.

Fue un hombre de decisiones fuertes, pero siempre dejándose guiar por sus propias pasiones y no por las pasiones de otras personas. Su primera gran decisión estribo cuando, al salir de Cambridge, debía elegir entre la tradición familiar, la política, o bien, su delirio, la filosofía. Obviamente, venció su propia pasión, pues él quería encontrar algún conocimiento que pudiera aceptar la verdad cierta y encontrar algo que le permitiera discernir sobre su religiosidad. Gracias a la filosofía fue conocido en otras partes del mundo.

Bertrand tuvo relación con otros filósofos de quienes se expresaba de una manera respetuosa y con cierta admiración. Puedo sospechar que aún con todo el conocimiento que adquirió durante su vida, fue un hombre humilde y agradecido.

Russell es un hombre que piensa que las guerras pueden ser justificadas pero hay otras que definitivamente no. La Primera Guerra Mundial marcó un antes y un después para este pacifista. Al tener un conocimiento de cómo se movía la política de aquella época, a mí en lo personal, me sorprende su capacidad de prever el futuro (es como una especie de vidente científico) pues muchas de las cosas que ahora suceden, él las había vaticinado. Por ejemplo, China se transformaría en un país industrial, cruel y militarista; el aumento del nacionalismo y el militarismo y, por otro lado, la libertad ha disminuido Durante esta guerra, él sufrió mucho pero aun así no dejó de manifestarse en contra. Algunos momentos fueron: cuando recolectó firmas a favor de la neutralidad que fueron publicadas en el Manchester Guardian; el día de su publicación casi todos los que firmaron habían cambiado de opinión. Otro momento fue cuando Russell y otras personas fueron denunciadas por su comunicación con los alemanes, por lo que en una iglesia donde se reunían para sus mítines fueron asediados por otras personas, quienes atacaron a todos los presentes, mientras que algunos militares permanecían estáticos, disfrutando (seguramente) del espectáculo. Russell fue rodeado por dos hombres por lo que una mujer inmediatamente se dirigió a los militares para pedir su apoyo. Me llama la atención el estatus social que, desafortunadamente, divide a la sociedad, y los que somos de una clase similar preferimos dar hasta nuestra vida por los que tienen riquezas o están en el poder o son monarcas. Pues cuando la mujer, después de varios intentos para que la policía actuará, tuvo que gritar que era el hermano de un conde. ¿Surrealista? No, esto se vive todos los días en muchas partes del mundo. Fue también un hombre que siempre aprovechó el tiempo y el espacio. Su obra “Introducción a la filosofía de la matemática”, la escribió mientras estuvo preso, ésta fue otra de las experiencias que vivió durante el conflicto bélico.

La primera guerra mundial llevó a Russell a incursionar en la política para encontrar las causas y las posibles maneras de evitar las guerras. Él pensaba que existen razones para gestar una esperanza de unir a los habitantes del planeta tierra y anular la guerra y la pobreza por siempre. La solución estriba en que el hombre deseará más su propia felicidad que la miseria de sus enemigos.

Bertrand Russell fue, me parece, un hombre que supo contraatacar de manera inteligente y astuta los retos que la vida le fue poniendo en cada uno de los aspectos de su vida. El haber ejercido la filosofía le permitió incursionar en otros ámbitos con tal de encontrar soluciones. Supo reconocer que cuando sentía que lo que hacía no era lo suyo, optaba por abandonarlo. En términos generales, fue un hombre sabio.


Bibliografía

Russell, B. (n.d.). Retratos de memoria y otros ensayos. (M. Suárez, Trad.) Recuperado el 3 de Febrero de 2014, de http://www.bsolot.info/wp-
            content/uploads/2011/02/Russell_Bertrand-etratos_de_memoria_y_otros_ensayos.pdf



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