2014/02/09

“No temas ser extravagante en tus ideas, pues todas las ideas ahora aceptadas fueron en su día extravagantes” Bertrand Russell

 
Bertrand Arthur William Russell es considerado por muchos como el filósofo más influyente del siglo XX y uno de los fundadores de la filosofía analítica, por lo que podría pensarse que tuvo una vida tranquila dedicada al pensamiento y meditación pero su vida estuvo llena de acontecimientos importantes y un tanto escandalosos.

Bertrand quedó huérfano desde muy pequeño por lo que fue criado por su abuela Lady Russell la cual era muy estricta y de una fuerte moral, lo cual a su vez influenció su carácter tímido y solitario de niño pero a la vez permitió su acercamiento con la literatura. Desde pequeño se interesó por las matemáticas y pesar de vivir en un ambiente represivo y conservador tuvo ideas “inmorales” sobre diversos temas como el sexo y la religión. Ya en su vida estudiantil en Cambridge estudió matemáticas y posteriormente filosofía.

En los años siguientes, viajó a Alemania, Estados Unidos, Rusia, China y Japón, tiempo durante el cual pudo apreciar culturas diferentes y le sirvió de inspiración para escribir numerosos libros y artículos. Causó siempre gran polémica por sus ideas sobre la existencia de Dios y otros temas que estaban en contra de la moral conservadora.

Durante la Primera Guerra Mundial fue encarcelado por varios meses debido a que publicaba artículos y panfletos sobre su postura pacifista, pero cambió esta actitud durante la Segunda Guerra Mundial al apoyar a las fuerzas armadas de los aliados contra el ejército nazi. También se le prohibió dar clases en la Universidad de Nueva York debido a la “influencia negativa” de sus opiniones sobre el sexo. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se enfocó en mantener la paz ante la guerra nuclear y fue nuevamente encarcelado por su arduo activismo político.

En 1950 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura y en 1970 murió, tres años antes de cumplir un siglo.

Si bien me parece que su vida fue interesante y contracorriente, hay dos cosas en particular  que me llamaron la atención. La primera es que se calificaba a si mismo ateo o agnóstico ya que no encontraba un argumento para probar que Dios no existía (en realidad no creo que sea posible probar la no existencia de algo) y pensaba que los hombres necesitan de la religión por miedo a la naturaleza, a los demás hombres y a lo que uno mismo puede hacer (y luego arrepentirse) por lo que la religión les sirve como consuelo para no estar atemorizados (entrevista a Bertrand Russell http://www.youtube.com/watch?v=axrqSE7YJFM).

La segunda, es que pensaba que era importante evitar el autoengaño, es decir solamente ver los hechos y lo que ellos dicen, no dejarse desviar por lo que se quiere creer o por lo que crees que te traería beneficio si así fuera creído (entrevista a Bertrand Russell http://www.youtube.com/watch?v=eQYkqUlsIq0). Yo creo que esto cobra relevancia en la investigación científica en la cual creo es común que se den casos e incluso que se dé el autoengaño honesto.

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