Bertrand Russell. Imagen recuperada el 11 de febrero de 2014 http://www.skeptically.org/thinkersonreligion/id15.html
Pese al peso de la persona a analizar, gran parte de su trabajo no me es completamente asimilable. Estoy de pie frente al espectro de un hombre de trabajo incesante y contemplo un ser que se vuelve gigantesco proyectando la interminable sombra de sus trabajos: y es por que su tamaño es proporcional a las ramas que sus estudios abarcan. Es entonces donde debo detenerme a reflexionar -y lo hice- y caigo en la cuenta que si quiero entender a la persona que dedicó su vida (hablando en años) y aparte, entender su obra en unos cuantos días, es lógico pensar que no he de poder hacerlo, y mucho menos cuando nunca antes había escuchado hablar de él. Entonces, ¿Cómo he de poder hacer esta tarea? La respuesta para mí está ahí mismo: si quiero envestir contra ese gigante habré de ser un hidalgo sin cegar, debo ver al molino antes, y despedazarlo en aspas, piedra y engranes. Voy tratar sólo dos puntos importantes para mí de ese señor que se volvió protagonista en mi mente por unos cuantos días.
Lo primero a observar en sus múltiples biografías es un decálogo, que reza de la siguiente manera:
- Do not feel absolutely certain of anything.
- Do not think it worth while to proceed by concealing evidence, for the evidence is sure to come to light.
- Never try to discourage thinking for you are sure to succeed.
- When you meet with opposition, even if it should be from your husband or your children, endeavor to overcome it by argument and not by authority, for a victory dependent upon authority is unreal and illusory.
- Have no respect for the authority of others, for there are always contrary authorities to be found.
- Do not use power to suppress opinions you think pernicious, for if you do the opinions will suppress you.
- Do not fear to be eccentric in opinion, for every opinion now accepted was once eccentric.
- Find more pleasure in intelligent dissent than in passive agreement, for, if you value intelligence as you should, the former implies a deeper agreement than the latter.
- Be scrupulously truthful, even if the truth is inconvenient, for it is more inconvenient when you try to conceal it.
- Do not feel envious of the happiness of those who live in a fool’s paradise, for only a fool will think that it is happiness.
Y lo central, la tetera de Russell. En la revista Illustrated, que por cierto no fue publicada, Russell (1952) dijo:
"If I were to suggest that between the Earth and Mars there is a china teapot revolving about the sun in an elliptical orbit, nobody would be able to disprove my assertion provided I were careful to add that the teapot is too small to be revealed even by our most powerful telescopes. But if I were to go on to say that, since my assertion cannot be disproved, it is intolerable presumption on the part of human reason to doubt it, I should rightly be thought to be talking nonsense. If, however, the existence of such a teapot were affirmed in ancient books, taught as the sacred truth every Sunday, and instilled into the minds of children at school, hesitation to believe in its existence would become a mark of eccentricity and entitle the doubter to the attentions of the psychiatrist in an enlightened age or of the Inquisitor in an earlier time".
En verdad lamento no haber leído ésto antes, pero explica la religión de la manera en la que yo nunca lo había podido explicar; sin embargo ya había leído algo parecido: The flying spaghetti monster, de Henderson (2005). Ahora, lo interesante es analizar éste, su punto de vista, y compararlo contra su propio decálogo, en especial, contra el número 1. Si Russell se consideraba Ateo, su decálogo lo retrata como agnóstico, obligandolo a no creer ciegamente que no es posible buscar a un ser superior. ¿Es entonces su pensamiento teológico una paradoja?
Me gusto mucho tu reflexión y yo también me hago esa pregunta...Es como en su paradoja del babero...no igual claro pero en relación a las paradojas tal vez sí
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