Prochile,
P. (2011). Estudio de Mercado de Ajos para el Mercado Mexicano, www.prochile.cl.
Mayo 2011.
En los últimos años, México ha
intensificado el cambio en los hábitos de consumo y su promoción de la alimentación
sana, reconociendo en los ajos un alimento que reúne esta característica. El
principal uso del ajo es como condimento, en la elaboración de alimentos
corresponden a las siguientes: deshidratación de frutas y legumbres;
elaboración de concentrados para caldos de carne de res, pollo, pescado, mariscos
y verduras; elaboración de mayonesa, vinagre y otros condimentos, incluye
refinación de sal; elaboración de botanas y productos de maíz y; elaboración de
otros productos alimenticios para consumo humano. Las presentaciones requeridas
por los consumidores son diversas, desde el bulbo del ajo en fresco o seco, en conserva
y deshidratado. En México se tiene un consumo aproximado de 500 gramos por
persona al año, de los cuales una cifra cercana al 82% se consume fresco y el
18% a través de diferentes productos derivados de procesos industriales como
aceite, polvo, medicamentos, extractos, etc., destacando en la mayoría de los
casos el requerimiento de ajo deshidratado, derivado en la mayoría de los casos
de aquellos ajos que son considerados de desecho o que no reúnen las
características de tamaño y calidad que demanda el mercado en fresco.
En México la oferta del ajo mexicano se
mantiene en un periodo de 7 meses que comprenden los meses de abril a octubre,
proveniente de la parte del Bajío de la República Mexicana que comprende los
estados de Guanajuato, Querétaro y Michoacán, así como de los estados de
Zacatecas y Aguascalientes, en cuanto a los otros 5 meses que comprenden un
lapso de noviembre a marzo, la oferta empieza a buscar el mercado de productos extranjeros,
como lo son los ajos argentinos y chilenos, es cuando crece la demanda de estos
productos. Por esta razón presentada, se piensa existe un margen de oportunidad,
ya que si se logra aprovechar dicha materia prima para conservarlo con métodos como
la deshidratación y secado, en donde puede haber cierta competencia con las
importaciones de argentinos y chilenos durante el lapso de noviembre a marzo
que es la temporada que no alcanza cubrir el ajo mexicano por su corta vida de
anaquel.
Por último, al conocer la oferta del ajo
como se mostró, nos da cabida de preocuparnos por el abastecimiento del mercado
mexicano en la estacionalidad de temporada y no temporada, principalmente en
cuanto a frutas y hortalizas que por ser perecederos se desperdician y solo son
obtenidos en temporadas específicas de cada uno de ellos. Para esto un producto
deshidratado no solo hablando de ajo sino como frutas y hortalizas en general
es una buena opción para evitar dichas perdidas y abastecer lo demanda durante
los 365 días del año debido a que se conservan a temperatura ambiente, por lo
que la propuesta -técnica combinada de deshidratación osmótica y secado
convectivo- como alternativas demuestra
buena calidad y un precio accesible en comparación con otros métodos de conservación,
además, aplicar ciertas estrategias de mercado para incrementar reputación y
demostrar la calidad del producto se consideran relevantes para la tesis del
trabajo como lo muestra la presente investigación.
515
palabras
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios no son moderados: cada quien se autoregula. Sin embargo, los comentarios discriminatorios serán eliminados y quien los haga será amonestado la primera vez y excluido a la segunda..
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.