Mostrando las entradas con la etiqueta Situación Espacial. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Situación Espacial. Mostrar todas las entradas

2014/04/09

Graeber (2001)

Graeber, D. (2001). Toward an anthropological theory of value: the false coin of our own dreams. Palgrave Macmillan.

“Hacia una teoría antropológica del valor, la falsa moneda de nuestros propios sueños”, David Graeber es autor de este libro, quién es un antropólogo y activista anarquista estadounidense, el cual se nos ha sido ampliamente recomendado leer y analizar, ya que en este libro hace una revisión histórica, sobre diversos pueblos, y estudios antropológicos de estos, haciendo crítica de cómo el sistema económico actual ha ido “adoctrinándonos” para el uso del dinero y tratar de ponerle precio a todo.

Inicia estableciendo que el valor tiene tres connotaciones actualmente:
-       Valor, que se refiere a los principios morales.
-       Valor, refiriéndose al precio de venta.
-       Y Valor, que se interpreta como la diferencia significativa.

Revisa diversos puntos de vista, destacando a Marcel Mauss con una “notable teoría antropológica” con su “economía del regalo”, ya que éste argumenta, que el regalo puede crear uniones sociales, puesto que el regalo acarrea consigo “algo” más que él mismo, ya que entre las personas un regalo genera un sentimiento para tratar de compensar el regalo recibido, da satisfacción incluso más al que da el regalo que el que lo recibe, y busca incrementar algo intangible, que no se puede gastar, intercambiar pero sí acumular, como algunas sociedades pudiesen nombrar al prestigio.

Además Mauss, sostiene que; para que dos términos puedan ser comparados, al principio se tiene que establecer un plano de comparación, y ejemplifica que esa es la razón de que “negro” sea lo contrario de “blanco” y no de “rana” (dicho plano podría ser la luz, o la emisividad, hablando de colores).

Destaca también los trabajos de Karl Marx, ya que el Marxismo introduce una serie de términos analíticos como explotación, apropiación y fetichismo (este último término lo utiliza Graeber, a lo largo de la obra sobre todo al abordar el tema del dinero y la moneda); menciona que Marx desarrolla una teoría del valor, pues argumenta que el valor de las mercancías se deriva del trabajo humano, el cual se encuentra en lo que se produjo, pero tiende a ser olvidado cuando los objetos son comprados y vendidos en el mercado, por ello puede parecer que el valor se origina de la calidad de los objetos por sí mismos.

En el tema del dinero, critica; que éste ha sido exitoso, ya que no hay modo de saber de quién fue o antes dónde estuvo un dólar, se dice que el dinero es anónimo y que la entidades sociales de las transacciones necesitan no convertirse en “estacas” de las mismas. Como ya se dijo, que las monedas son un fetiche en las sociedades occidentales. Enfatiza entonces que el dinero es para el sistema, la importancia de las acciones productivas y al mismo tiempo es el deseo de adquirir, siendo el medio en el cual esas acciones son llevadas al interior del ser.

Retomando el tema de las comparaciones; puntualiza en que el modo de vestirse ha sido la diferenciación de “tipos” de gente, entonces la acumulación de dinero, tarde o temprano acaba por traducirse en objetos de valor histórico único, por ejemplo cuadros de Van Gogh, de Picasso, etcétera. En base a esto último y al tema del dinero, defiende que el estatus de rey está basado en la habilidad de persuadir a otros a reconocerlo como tal, argumenta la magia, que es contradictoria, ya que en muchos casos los reyes necesitan de rituales, para mantener su condición de favorecidos por los dioses aunque ellos sean “descendientes de dioses”, aunando el concepto de la manasina, que es el acto de dar regalos o dinero a un soberano y concluyendo todas estas ideas con el dicho de “realmente la moneda hace rey a un rey”.

Destaca que los principios de mercado son la racionalidad y la búsqueda del beneficio propio, que es como nos modela la economía como individuos. Y que en base a esto diversos antropólogos e historiadores han notado “explosiones de creatividad cultural” que durante el correr de tres generaciones, muchas sociedades tradicionales son integradas en el mundo de la economía. Gracias a que gran parte de la teoría de mercado se deriva de su simplicidad, que a su manera contiene teorías de la naturaleza humana, del placer, de la libertad, de la sociedad, pero sobre todo del deseo, aunque el autor critica que existe una falta de un lenguaje teórico para hablar del deseo.

Entonces se basa en despertar el deseo de compra de algún producto con dinero, en diversas sociedades, basándose en la racionalidad y búsqueda del beneficio propio.
Propone el autor, que la teoría del valor en sí misma puede producir una alternativa, una estructura; es decir, principios invariables que regulen un sistema de transformaciones; que aunque difícil, gracias a que todos podemos perder la pista de cómo nuestros actos contribuyen a la reproducción y reorganización de nosotros mismos en el contexto social. Es decir conservar nuestros valores, al desarrollarnos como sociedad.

Ya una vez revisado el texto del autor, con lo que respecta a tecnologías adecuadas, es importante destacar como el mercado expende la tecnología de una manera homogénea, ya que hace una venta de máquinas y herramientas hechas en serie, sin hacer pie en la puntual problemática del usuario, ya que éste para el mercado es un ente racional y con búsqueda del beneficio propio.

Otro aspecto es como la sociedad ve a la alta tecnología como un rey, ya que ha convencido a otros que una tecnología adecuada no puede compararse con ésta, implica mucho en el deseo de compra de tecnología, de cómo el mercado nos ha adoctrinado en la idea de que “necesitamos” una máquina, y no que nos resuelve una problemática o que nos auxilia a un trabajo, mucha gente llega a pensar realmente que “necesita un automóvil”, o que el teléfono móvil “ya es una necesidad” cuando son respuestas a dos problemáticas diferentes, pero recaen en la diferenciación de “tipos de gente”, no solo obtienen la tecnología, sino que “extienden su personalidad”, en la compra de diversos productos, buscando una “personalización”, sin pensar que igual se tratan de productos hechos en serie.

Como comparar una tecnología adecuada con diversas tecnologías hechas para el mismo fin, sino se tiene una evaluación de costos (precios), cómo saber qué y qué no es adecuado para un usuario; en base a la teoría del valor; las tecnologías adecuadas son diseñadas para la puntual problemática del usuario, tomando en cuenta su situación espacial, de forma que garantiza su uso, de modo que ninguna otra tecnología puede ser comparada o comprada para resolver este problema específico de este ya mencionado y conocido usuario, ya que para las tecnologías adecuadas no existe el anonimato, pues se entabla una relación usuario-diseñador.


(1111 palabras)

2014/04/01

Shmelev (2011)

Shmelev, S. E. (2011). Ecological economics: Sustainability in practice. Springer.

Se trata de un libro de doce capítulos, divididos en dos partes; la primera la teórica; en la que inicia definiendo a la economía ecológica y la va comparando con la economía ambiental, de cómo surgieron ambas, y de los puntos de vista de ambas, prosigue con una revisión general de las herramientas de modelado global que se han aplicado para ayudar a la toma de decisiones de los gobiernos,  en cuanto a la sostenibilidad de las ciudades, ejemplificando los casos puntuales de urbes como: Londres, Inglaterra; San Petersburgo, Rusia. En la segunda parte, aborda aplicaciones de la economía ecológica, revisando aspectos como son: el cambio climático, las energías renovables (capítulo octavo), la pérdida de biodiversidad (capítulo noveno), las ciudades sustentables con una perspectiva interdisciplinaria (capítulo décimo), el manejo regional de desechos, con diversos ejemplos y gráficos (capítulo décimo primero), finalizando con las empresas socialmente responsables (capítulo décimo segundo).

La Economía Ecológica, implica: economía, ecología, termodinámica, ética y un rango de ciencias naturales y sociales que integran una visión biofísica de las interacciones económico-ambientales, para ayudar y contribuir a soluciones a problemas ambientales.

Que la economía, considera al ecosistema como uno de sus subsistemas, y que además éste se regeneraría por sí mismo y ante esto:

-La economía ecológica busca la escala óptima, y la economía ambiental busca la óptima asignación y externalidades; la primera se enfoca en periodos de largo plazo, la segunda, de corto o mediano plazo, además de que la ecológica tiene indicadores biológicos y físicos, a diferencia de la ambiental que solamente tiene indicadores monetarios, entre otras grandes diferencias que se detallan en la Tabla 1.1 del libro.

-La economía ecológica, que pretende terminar en políticas y desarrollo, puntualizando en generación de energías alternativas, manejo y reducción de emisiones y desechos, así como en el uso de suelo.

-Existiendo tres niveles de la economía ecológica: el global; que se enfoca primordialmente en cambio climático, pérdida de la biodiversidad, comercio internacional y el ambiente y el manejo sostenible del agua, a nivel nacional; puntualiza en la sustentabilidad a macro escala, ecología industrial, energías renovables, transporte sustentable, consumo responsable, cambio de uso de suelo y la salud del ecosistema, y a nivel regional y local; pretende ciudades sustentables, negocios verdes, manejo de desechos, planeamiento sustentable y el ecodiseño. Esto último mediante un MCDA (por sus siglas en inglés: Multi-Criteria Decision Aiding), el cual estructura el problema de decisión, articula y modela alternativas, agrega las evaluaciones de las alternativas y es así poder hacer recomendaciones.

Menciona además que el concepto de mercado falla ya que no define el lugar, el alcance y la efectividad del  gobierno en caso de contaminación.

Declara, que no aceptando la idea de que el valor de los ecosistemas y la biodiversidad pueda ser expresado en términos monetarios (inconmensurabilidad del valor), el autor sugiere una alternativa, con un enfoque más inclusivo, enfocándose en las dimensiones; social múltiple, económica y ambiental,  del valor del ecosistema e ilustra la existencia de intereses divergentes entre las partes interesadas. Las experiencias (descritas en el capítulo noveno) pueden ser útiles en situaciones donde las comunidades tienen que defender su derecho a un ambiente limpio y de preservar vírgenes importantes ecosistemas para las futuras generaciones.

Critica, que el desarrollo sustentable es entendido por la comunidad científica, como el proceso de desarrollo económico armonioso satisfaciendo los principios de justicia social y responsabilidad ambiental, aunque muchas investigaciones denotan las dificultades de definir precisamente “desarrollo sustentable”. Entonces retoma a Daly que lo define como una mejora social y gradual sin crecimiento económico, más allá de la capacidad de carga del ecosistema.

Conceptualiza, que una ciudad es un organismo dinámico, que cada segundo consume agua y energía, y produce desechos líquidos, sólidos y gaseosos; tanto químicos como biológicos, que impactan al ambiente. Que para el año 2020, las prioridades son la reducción, el reciclaje y el reuso, implementando la Agenda 21 a nivel local, incluyendo a los ciudadanos y otras partes interesadas en la toma de decisiones a nivel de administración local (ejemplificando el caso de Londres).
Ante esto, expresa que los modelos de manejo de desechos municipales, aunque con debilidades, muestran una guía para la toma de decisiones en cuanto a estrategias y tecnologías; siempre tomando en cuenta el espacio (situación espacial).

En cuanto a las empresas socialmente responsables (capítulo décimo segundo), en los diez principios de la ONU, destaca el séptimo (Los negocios deben soportar un enfoque precautorio hacia los retos ambientales), el octavo (Comprometerse con iniciativas para promover mayor responsabilidad ambiental) y el noveno (Reforzar el desarrollo y difusión de las tecnologías amigables con el ambiente).

Aunque no sean agregadas textualmente diversas opiniones, puntos de vista, conceptos y resúmenes; la lectura de esta obra, me ha dado argumentos para reforzar el uso de tecnologías adecuadas y tecnologías limpias, esto siendo arropado por los siguientes:

-La Ecología Industrial es otro aspecto a destacar; pues denota la importancia de los flujos intersectoriales de materia y energía requeridos para la producción de bienes y servicios, analizando cada detalle al ciclo de vida del producto.

-Bajo este mismo tenor; pronuncia que el uso de tecnologías más limpias, la transición al mejor y extensivo uso de las energías renovables, el más eficiente uso de la energía en diferentes sectores, desarrollo y sustentabilidad del manejo de desechos y el reciclaje; todo esto para reducir los impactos al ambiente.

-Además, es necesario  comparar muchas tecnologías o escenarios desde el punto de vista de sus impactos, por ejemplo, el económico (la instalación y costos de manejo), el social (empleos y efectos en la comunidad), el ambiental (emisiones y desechos), el uso de recursos naturales, etcétera.

-Destacando también el noveno principio de la ONU en cuanto al ambiente, que antes dicho es el refuerzo del desarrollo y difusión de las tecnologías amigables con el ambiente.

Concluyendo en propias palabras del autor: uno esperaría que esta crisis económica puede ser vista como una oportunidad no sólo concentrada en una pura recuperación económica, sino también en un más amplio uso de los recursos, menores impactos ambientales y en una estratégica modernización ambientalista de la economía.

(1012 palabras)