Después de leer el correo de Valdemar, imaginé a semejante
vaca sagrada (la que él describe en su correo) leyendo el Monday Motivator desde la comodidad de su estudio, mientras un mexicano cualquiera le
corta el pasto y una cocinera oaxaqueña le prepara desde su cocina un
coloradito con carne de puerco. A su vez pensaba en cualquiera de nosotros con las bolsas del supermercado en la mano
derecha y con la izquierda jalando al
chilpayate mientras con los dientes se le entrega la tarjeta de crédito a la
cajera y ¡¡¡chin!!! Con la preocupación en la cabeza de que falta leer el libro
de “la deuda” de Graeber y los dos libros de Alicia, pero antes hay que hacer
equipo para el trabajo final, elegir tema, comenzar la bibliografía anotada,
tres artículos más que leer para diferentes materias, preparar una exposición y
resolver la solicitud del asesor de entregarle avances de la tesis o hacer un
acto de genialidad para una treta que no nos haga quedar como unos flojos y
caer de su sublime gracia. Claro, aparte habrá que resolver lo del gasto en la
casa, jugar con el niño (y rogar porque la epidemia de influenza no se pase de
lanza) y conformarse con ver cómo crece la panza a falta de ejercicio pues no hay
chance para la vanidad.
Paralelamente imaginaba
a Newton debajo de un manzano tirado en una hamaca con una cerveza en la panza y
con suficiente espacio en su disco duro (con un antivirus tan potente que no permitía
el virus de las preocupaciones mundanas) para comenzar a maquinar sus leyes
mientras una manzana se desprende del árbol y lentamente cae en el lugar y momento
preciso... oorale!!, creo que entre nosotros no hace falta genialidad, sino que sobra
cotidianidad.
¿Y si Russel hubiera tenido que lavar su ropa? ¿Y si en vez
de nacer en un hogar opulento repleto de aristocracia hubiera nacido en la
clínica del IMSSS (o más bien, medio nacer)? ¿Y si su esposa (o alguna de las
cuatro) le hubiera exigido el gasto y en vez de las
matemáticas hubiera contemplado la posibilidad de subirse a los microbuses con
su guitarrita, para completar el gasto?.
Particularmente pienso que muchas de las grandes genialidades
de la humanidad han salido de ratos de ocio de grandes hombres con las
necesidades cubiertas y con el espacio mental suficiente para solo existir,
pensar y crear, mientras que la mayoría de clasemedieros tenemos que
revolvernos en mil cosas y en los ratos de ocio solo queda animo de descansar o
resolvernos otras dos mil cosas, sin dejar tanto espacio para la creación. Lo
cotidiano nos absorbe, nos come el cerebro, nos encaja en su inercia.
Pero bueno, volteando hacia atrás veo gente con más
necesidades: pueblos, comunidades, etnias, colonias, que antes de resolver lo
de lo cotidiano, lo del supermercado, la ropa y los niños, tienen que resolver
algo más básico como “qué comer”, y ante esto me pregunto ¿se puede pensar con
hambre?.
Por: Carlos Masés García
Primer post que leo que hace preguntas coherentes y que deja de pasarle mantequilla con mermelada a las partes nobles de Russell. Comparto tu opinión.
ResponderBorrarJajajajajajaja, muy bueno tu comentario.
BorrarCreo que una de la costumbres que tenemos muchos es endiosar a humanos y creer que son incuestionables, eso ha generado muchos conflictos (sobre todo en la religión), no obstante, pienso que la primera cualidad del investigador es cuestionar todo.
Saludos
CArlos Masés
Totalmente de acuerdo, mi estimado Carlos, una de las cualidades que mas aprecio en las personas es su capacidad de comprender y ponerse en el lugar de los demás. Es decir, que cuenten con la humildad necesaria para intentar ver las cosas desde otro punto de vista, sin duda alguna no me refiero a elegir o seguir el camino rápido o fácil para alcanzar el objetivo, porque de esta manera cualquiera lo haría. Mas bien analizar la situación que es muy distinta, tal y como lo cuestionas. Saludos
ResponderBorrarHombre!!! gracias por el comentario.
BorrarA luchar por seguir alargando el día, por no quedarse en la zona de confort y por tomar las elecciones adecuadas independientemente si son fáciles o no, sino elegir la que realmente nos representan.
Un abrazo mi estimado amigo.
Carlos Masés
De acuerdo contigo Olga, nadie que se jacte de estar vivo puede presumir de salir ileso de esta senda, creo que todos a diferentes escalas tenemos problemas existenciales y cada quien construye el tamaño del vaso de agua para ahogarse o bien, la balsa para salir de el. Hay una canción que dice "a mi me mató la vida".
ResponderBorrarEs muy interesante la información de la coronación de Russell (coronación=a ponerle los cuernos), pero si lo vemos de lado del equilibrio, tenia que suceder, no se puede jugar con fuego y no tener la probabilidad de salir quemado por lo menos una vez.
Saludos.
Carlos Masés