2014/09/08

La responsabilidad de la ciencia ante el discurso neoliberal

La responsabilidad de la ciencia ante el discurso neoliberal

Por: Humberto Gutiérrez*
El siglo XXI inició con una casi violenta agudización de la conducta predatoria del sistema imperante de producción económica. Bajo el signo de la globalización, el sistema declara su derecho inalienable a la explotación y saqueo a escala planetaria de todos y cada uno de los recursos humanos y naturales disponibles sobre la superficie de la tierra. Las más poderosas entidades financieras del mundo han decidido unirse para, en un asalto definitivo, derribar de una vez y para siempre, toda barrera geográfica, moral, política, ideológica, cultural y científica a sus operaciones de cooptación y concentración de riqueza. Si en los años setenta la realidad geofísica del planeta debió imponer al mundo la conciencia sobre las limitantes al crecimiento de la sociedad industrializada, en medio de la creciente evidencia de agotamiento de recursos no renovables como el petróleo, el siglo XXI por su parte inicia con una más alarmante noticia: el inminente colapso de los recursos renovables de la tierra: la biosfera.
La actividad humana en su conjunto capta para sí misma entre el 20 y el 30 por ciento de la capacidad productiva primaria de la biósfera (productos directos o indirectos de la fotosíntesis); porcentaje desproporcionado tomando en cuenta que la humanidad representa el 0.5 por ciento de la materia viva dependiente de las plantas que habita el planeta. Entre 2002 y 2004 la humanidad rebasó en su consumo la capacidad regenerativa de la biosfera ubicando su índice de impacto ecológico en un valor de 1.2 (indicando que lo que la humanidad consume o genera en un año, a la biosfera le toma 1.2 años en regenerarlo o absorberlo). Sin embargo, la responsabilidad de este secuestro indiscriminado no se distribuye homogéneamente al interior de la colectividad humana. El ciudadano medio estadounidense utiliza cinco veces la capacidad regenerativa del ecosistema que le correspondería si la capacidad de la tierra entera se distribuyera equitativamente entre los seres humanos. Un canadiense utiliza cuatro y un británico tres. Los habitantes de los países ricos y su holgado estilo de vida, demandan cada uno 4.5 veces mas recursos bióticos que los habitantes del restante 86 por ciento del mundo.
Por otra parte, Estados Unidos, por sí sólo es responsable del 25 por ciento de las emisiones de gas carbónico hacia la atmósfera. La capacidad de absorción de éste gas por la biósfera  ha sido rebasada hace tiempo  dando lugar  al creciente calentamiento global.  Las consecuencias climáticas y por lo tanto sociales de esta devastación se han agudizado considerablemente en los últimos años.  Los habitantes de los países industrializados representan tan solo el 14 por ciento de la población del mundo y mientras los beneficios del progreso se concentran en esta pequeña minoría, el costo social resultante ha sido transferido al resto de la humanidad.  Existen pues tres elementos que, considerados en conjunto se hayan en conflicto mutuo: El modelo económico global imperante, el equilibrio ecológico y la equidad social.  Aún suponiendo en un arrebato de ficción que el modelo económico y la equidad fueran compatibles esto solo puede suceder a costa del colapso fulminante de la biósfera. En este sentido se estima que si la humanidad entera pudiera vivir como los habitantes de los países ricos, se requerirían cuatro planetas más como la tierra para hacerlo sustentable. No existiendo cuatro planetas más a nuestra disposición, el modelo económico podría hacerse sustentable sólo a condición de excluir de él a cuatro quintas partes de la humanidad, es decir, a costa de la equidad social. De los dos argumentos anteriores se desprende que la compatibilidad entre la equidad y el equilibrio ambiental sólo son posibles si nos decidimos a hacer a un lado al modelo económico. El discurso oficial neoliberal pretende hacernos creer que el modelo imperante, la equidad y el ambiente son mutuamente compatibles. Es el trabajo y deber de los científicos del mundo promover la conciencia crítica y desenmascarar esta falacia.
*Investigador Asociado. School of Biosciences, University de Cardiff. Gales, Reino Unido.
gutierrezh@cf.ac.uk

http://ciencias.jornada.com.mx/investigacion/ciencias-sociales-y-humanas/investigacion/la-responsabilidad-de-la-ciencia-ante-el-discurso-neoliberal

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